jueves, 27 de diciembre de 2012

La broma de los viejos hábitos


“Siempre se ha hecho así”, ¿cuántas veces hemos escuchado eso cuando preguntamos el porqué de ciertas maneras de hacer en el trabajo?  ¿Cómo podemos romper con los viejos hábitos?

Demostrar que hay otras formas de hacer, más efectivas y eficaces, no es tarea fácil, sobre todo cuando has de luchar contra maneras añejas y tatuadas en la historia de la organización.

Muchas veces el problema reside en la falta de comunicación interna en las organizaciones. Quizás nadie  haya comentado que alguna tarea no está bien hecha, o que habría otra forma mejor de hacerla, o quizás el comentario no haya llegado a los oídos adecuados.

En otras ocasiones, son las propias personas de la organización las que se resisten a cambiar.

El primer problema, tiene, fácil solución. El segundo, más complicada, sobre todo si la resistencia proviene de los mandos.

No resuelvo, hoy, planteo:
¿Cómo podemos cambiar los viejos hábitos?
¿Es un problema exclusivo  de comunicación?

Lo que para mí está claro es que una adecuada comunicación interna en la empresa, previene algunos errores,  ayuda a subsanar otros y corrige las ineficiencias e ineficacias derivadas de los malos hábitos.

Pero no solo eso, la comunicación interna, ayuda a que surjan nuevas ideas que enriquecerán nuestra actividad, ya que son los integrantes de la organización los que mejor la conocen y los que mejor pueden ayudarla a crecer.

jueves, 20 de diciembre de 2012

La broma del WhatsApp

Ayer me sucedió una cosa curiosa, viví en mis carnes una pésima gestión de crisis de una tienda on line (minicrisis, diría yo más bien) en las Redes Sociales.

Ví en un blog de moda un bolso que me encantó. Tanto fue así que decidí seguir el enlace que me ofrecía la bloggera para comprarlo. Me gustó más en otro color, y procedí a dar mis datos para el proceso de compra.

Primera sorpresa: me obligan a hacerme una cuenta en Paypal para pagar. En fin, el menor de mis males.

Segunda sorpresa: Incluyo mis datos y, al finalizar el proceso de compra, no entiendo por qué, pero mi direccion de envío se ha cambiado completamente y me lo iban a enviar a una dirección totalmente desconocida.

Busco cómo ponerme en contacto con la página, encuentro un móvil, llamo, me coge un señor... emmm, no tiene papel para apuntar...

Depués de una surrealista conversación (en la que soy yo la que le ofrezco decirle el número de pedido para facilitarle la vida), queda todo solucionado (o eso creía yo).

Tras unos minutos, recibo un WhatsApp (si, si, un WhatsApp) del señor de antes, en el que me dice que no le queda del color que he elegido, que me lo manda en rojo, que me da fotos y tal... o que me devuelve el dinero. "Es que con la Navidad, anda uno como un loco y no actualiza la web", dixit un señor que se dedica a la venta on line.

Le digo que no me parece normal que contacten conmigo por este medio y que me devuelvan el dinero. Descontenta, decido poner un comentario tanto en el blog, como en su facebook, explicando lo que me ha pasado. Este último lo borra, y me bloquea de su página, sin darme la oportunidad de manifestar mi descontento.

Tras esto, se dedica a mandarme mensajes de Whatsupp acusandome de que le obstaculizo ganarse el pan que tanto le cuesta.

El comentario del blog (al no poder borrarlo) es contestado con otros comentarios anónimos y con la identidad de la persona que aparece en mi factura, alabando esta tienda on line.

No contento con todo esto, el señor me pregunta qué es lo que quiero para "zanjar" este asunto", "que me borres de tu lista de clientes" fue mi respuesta.

Nunca me he sentido tan desprotegida. Si vendes por internet, ¿no es lícito que sea internet donde yo exponga mi queja? ¿Tienes cuenta en redes sociales sólo para que te jaleen y aplaudan?.

martes, 4 de diciembre de 2012

La broma de la pérdida de valor...

... o de Letsbonus a los CM de pacotilla.

Como usuaria, he utilizado varias veces los "cupones descuento" de toda suerte de páginas de estas que no os voy a descubrir aquí (letsbonus, groupalia, groupon, etc.), y la verdad es que no tengo ningún comentario negativo al respecto.

Pero, me pregunto qué efecto tienen sobre las empresas que se ofertan en ellas, en términos de pérdida de valor.

Si como usuaria, busco en un determinado servicio que sea lo más barato posible, probablemente, la importancia relativa que le doy al lugar donde me lo ofrecen es, a su vez, relativa también.

La próxima vez que quiera un servicio igual, volveré a buscar la mejor oferta, sin importarme si es o no el lugar donde lo conseguí la última vez, con lo que no le concedo ningún valor. Y si además, el servicio ha sido malo, pues a callar, que ha sido muy barato.

Sucede lo mismo con ciertas profesiones, como la del Gestor de Comunidades (o Community Manager). Normalmente son profesiones que, a pesar de estar en auge, aún no se encuentran, digamos, reguladas, y cualquiera con un Adsl siente que puede ejercer.

Como en los cupones descuento, esto tiene sus riesgos, ya que una inadecuada gestión de los medios sociales, puede suponer verdaderas crisis a las empresas y, no creo que sea muy recomendable que el pan de su familia esté en manos de un cantamañanas.

El valor que concedemos a las cosas, como casi todo en esta vida, depende de cada cual, pero, si ustedes no valoran sus negocios o profesiones, por favor, no esperen que lo haga el de al lado.



jueves, 29 de noviembre de 2012

La broma de la comunicación

Hoy cumplo 32. Este es (el blog), evidentemente, uno de esos propósitos que nos hacemos cuando percibimos algún cambio espacio-temporal en nuestra vidas.


Me dedico a la comunicación corporativa, signifique lo que quiera que eso signifique, y me gusta, por lo general.


Es un mundo simple y tremendamente complejo al mismo tiempo, es cambiante y es estático, y te obliga a estar alerta constantemente. Es estresante. Pero también es uno de los motores de mi vida.


Ahora aprendo cómo ser moderna en esto de la comunicación. Dedico mi escaso tiempo libre a aprender las claves de la Social Media, las redes sociales y toda suerte de conceptos y cachibaches super cool. Renovarse o morir, en fin.


Sé que usar un blog para esto está demodé, y que aún no tengo claro de qué va a ir esto: error. Primer error básico del buen comunicador: tienes que tener claro sobre qué escribir. Pues, ¿sabeís qué? experimentaré, a ver qué sale...